Un libro para profesionales de la salud mental, trabajo social, medicina y de la salud en general, desde diferentes perspectivas.
Para entender la clínica del adulto hay que partir de la base de cómo han sido sus relaciones tempranas y a lo largo de toda la primera infancia.
Este libro contempla la infancia desde la perspectiva diádica, interactiva y relacional, como momento de inicio de dificultades y trastornos que están en vías de construcción, a fin de comprender como se va construyendo el sujeto.
En estas páginas se valora la necesidad de entender y tratar a cada persona como individuo irrepetible, entendiendo a la persona como ser biopsicosocial.
La autora nos propone una útil herramienta de reflexión tanto para profesionales que atienden niños, adolescentes y adultos desde diferentes abordajes (médico, psicológico, social), como para estudiantes. Al mismo tiempo, remarca la importancia que tiene el hecho de conocer la clínica del niño y el adolescente y su repercusión, para una mejor comprensión de la clínica del adulto, pudiendo encontrar contextos en la historia de los pacientes que ayuden en la tarea clínica y el establecimiento de la relación terapéutica.
Es a través del diálogo —en la relación terapéutica de confianza— que se puede ir más allá de lo que es puramente sintomático y abrirnos conjuntamente a la autorreflexión.
Este libro único hace un recorrido que va desde el estudio del vínculo, de la mentalización, de aportaciones de la neurociencia y de dificultades en la regulación afectiva y el trauma, pasando por trastornos y dificultades en diferentes edades y áreas del desarrollo en relación con la vinculación, para llegar a la comprensión del paciente adulto y el trabajo psicoterapéutico.
En este recorrido los contenidos son transmitidos con un lenguaje inusualmente accesible, facilitando la comprensión con ejemplos clínicos ilustrativos