Hace pocos días del traspaso de nuestro compañero y amigo, Joaquim de Toca y Ciurana, segundo presidente de la Delegación Territorial en Girona del Colegio Oficial de la Psicología y colegiado de honor.
Se ha escrito suficientemente de su trayectoria personal, de vida y profesional, en las que no voy a insistir. Desde el Colegio Oficial de la Psicología de Cataluña, pero en concreto desde la Delegación Territorial de Girona le queremos agradecer la gran labor que realizó en las primeras fases de la implantación colegial en Girona, en la continuidad de los primeros servicios, la formación e impulso de la psicología en las comarcas gerundenses. Importantes fueron las múltiples colaboraciones institucionales, especialmente con entidades que forman parte del tercer sector. Fue una época muy provechosa para la red de servicios y recursos que Joaquim impulsó consecuente a las necesidades percibidas desde una mirada hecha al servicio de la ciudadanía. Destacaré la creación de Psicólogos Sin Fronteras, probablemente el embrión de lo que conocemos hoy por Psicoxarxa Solidaria, un servicio de atención a los más vulnerables, y los vínculos con la Academia de Ciencias Médicas, posible embrión también de lo que hoy conocemos como Foro Sanitario con otros colegios profesionales. Fue una perspectiva que nunca deberíamos perder en un momento social e histórico de alta necesidad de atención a las personas.
Joaquín era, por encima de todo, un humanista, creyente y ejemplo de cómo los valores se materializan en hechos y en cómo sus reflexiones siempre llevaban implícitas acciones, bien pensadas, de amplio recorrido: innovadoras, entusiastas, con una mirada convincente y esos ojos brillantes de quien tiene el pensamiento claro. Unos más que otros hemos tenido la suerte de poder compartir horas de trabajo, sabiduría y buen hacer, con un talante sereno, abierto y flexible, agradable, cercano, honesto consigo mismo y con quien le rodeaba, y sobre todo muy tolerante con aquellos quienes pensaban diferente. Hombre creyente, supo tomar las mejores decisiones a lo largo de su vida y su familia fue su espacio de referencia vital. Como colegiado de honor pudo gozar este reconocimiento en vida, con el acompañamiento de la familia y de los compañeros de la psicología.
Personalmente, en la triple coincidencia de espacios participativos, en el COPC, en el Ayuntamiento de Girona y en la Generalitat de Catalunya, destaco su voluntad de servicio, que no era poco en momentos como los que nos ha tocado vivir. Por eso en nombre de la Junta Rectora del COPC y en el mío propio, trabajadores y en el de muchos compañeros y amigos de profesión, te doy las gracias, Joaquim, descansa en paz.
Àngel Guirado i Serrat
Presidente de la Delegación Territorial de Girona del COPC